La Crítica de la Crítica.
Como
tengo ojos de nuevo, puedo leer. Es un nivel asombroso de sabiduría... y
memoria. Me recuerda a Borges citando todo desde el espacio oscuro (y
cómo más!). Es una perspectiva superior, y de nobles aceptarlo. No es
para los comunes. La mitad de los autores de quienes habla no sé quienes
son; qué pena, así es.
Su
primer capítulo no es más que una banalización de la poesía, a la que
se refiere como un medio sin ningún fin. En eso coincide con el poeta
juan Páez, que dice que la poesía no tiene, no debe tener, mensaje.
Razonamientos brillantes, pero parciales. Cierto que la poesía es
lenguaje, ritmo, metro; pero puede haber mensajes terribles atrás de
esas formas, o mensajes de belleza infinita como en "Lo fatal", de Rubén
Darío::
...Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror...
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por
lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
¡y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos!...
y el temor de haber sido y un futuro terror...
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por
lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
¡y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos!...
El
segundo capítulo habla del teatro, del teatro sin Shakespeare, pero muy
interesante. Yo, siempre personalmente, no me fío mucho de Brecht
después del escándalo del plagio no solo en drama, sino en poesía. La
referencia del absurdo pierde efecto, tema abordado por Todorov
ampliamente.
Estoy
disfrutando mucho la lectura; de hecho hoy voy a tuitear un par de
cosas del libro. Gracias Valen, gracias a la vida, estoy de vuelta.
Guayaquil, en el mes de la política al revés. (perdón por la rima).
TQM
,
No hay comentarios:
Publicar un comentario